Durante el workshop de esta semana en el Mimaster hemos tratado el tema de las portadas para libros. Las personas que nos han guiado han sido Antonello Silverini, ilustrador y artista e Ivan Canu, director del master, escritor e ilustrador, que también ha estado presente para darnos su opiniòn y consejos.
El tema era el libro «Matar a un ruiseñor» de Harper Lee publicado en 1960. El libro de continuación de la historia está a punto de salir en las librerías y se llama: «Go, set a watchman». La idea del briefing era realizar dos portadas relacionadas de algún modo entre ellas, teniendo en cuenta que, en la segunda novela, la protagonista vuelve veinte años después a la casa donde vivió con su padre.
A continuaciòn explico brevemente el proceso de realización de mis propuestas.
FASE 1: Bocetos e ideas
La atmosfera del libro se ambienta en la America de los años 30, Alabama, ambiente segregacionista de gran injusticia social. Un joven de color viene acusado de abuso a una menor y un abogado descubre al verdadero culpable: el padre de la jovencita. El libro nuevo trata del regreseo de la niña a su casa natal, ahora una mujer, veinte años más tarde.
En los primeros bocetos me sentí algo perdida y empecé a experimentar algunas ideas y puntos de vista. Para ello estudié algunos pintores americanos de la época, sus paisajes y sus colores. Me concentré sobretodo en Wyeth y en Hopper.
Realicé muchísimos bocetos con ideas muy diversas, aunque siempre tuve presente el tipo de estética que quería: mucha luz, calor, trigo y paisajes en amplias perspectivas. Poco a poco, con la ayuda de Antonello e Ivan me fui acercando al concepto que buscaba.
Aquí algunos de los ejemplos de mis primeros y últimos bocetos realizados:
FASE 2: Pruebas de color.
Una vez acordados los bocetos definitivos, inicié la prueba de color con tonos amarillos tostados, azules intensos en celeste, rojo fuego y rojo coral.
A continuación algunas de las pruebas de color mas representativas:
Fase 3: Elaboraciòn de las làminas a color.
Los materiales utilizados son ceras al òleo, acrílicos, lápices de color sobre carta blanca acuarelable. Aquí se pueden ver las láminas terminadas siguiendo técnicas tradicionales.
FASE 4: retoques en digital.
En esta fase entran en juego las tecnologías digitales con las que experimenté aún algunas posibilidades de color y de layout. Los resultados finales se ven a continuación: